Cómo mantener en perfecto estado tu jacuzzi exterior: guía práctica

Tener un spa en casa es sinónimo de relax, salud y calidad de vida. Pero para que la experiencia sea realmente completa, es esencial cuidar el agua y mantener tu jacuzzi limpio y en buen estado, sobre todo si se encuentra al aire libre. Ya sea un jacuzzi cuadrado, un jacuzzi redondo, o incluso un jacuzzi pequeño pensado para espacios reducidos, el mantenimiento es clave para disfrutar de él durante todo el año.

Aquí te ofrecemos una guía práctica para cuidar correctamente tu jacuzzi exterior, prolongar su vida útil y asegurar una experiencia de bienestar siempre perfecta.

¿Por qué es importante mantener tu jacuzzi exterior?

Tanto los jacuzzis cuadrados como los jacuzzis redondos están expuestos al sol, al polvo, a las hojas, a la lluvia e incluso a los cambios de temperatura. Sin una rutina de mantenimiento adecuada, el agua puede volverse turbia, aparecer algas o incluso provocar daños en los componentes internos del spa.

Además, el agua caliente es un entorno ideal para bacterias si no se controla bien. Por eso, si tienes un jacuzzi pequeño en tu terraza, jardín o ático, debes prestar especial atención al equilibrio químico del agua y a la limpieza de los filtros.

Primeros pasos tras la instalación

Sea cual sea el modelo —un jacuzzi redondo para uso íntimo o un jacuzzi cuadrado con diseño elegante—, hay algunos cuidados básicos que no pueden faltar desde el primer día:

• Llena tu spa solo con agua del grifo (fría o templada). Evita el uso de agua de pozo o de equipos de ósmosis o descalcificación, ya que pueden alterar el equilibrio químico y dañar los mecanismos internos.
• Dúchate antes de cada sesión. Esto reduce al máximo la entrada de residuos como aceites, cremas solares o cosméticos, que afectan a la calidad del agua.
• Ventila el spa a diario, especialmente si está cubierto, para evitar acumulaciones de vapor y sustancias químicas bajo la cubierta.

Rutina semanal: el secreto del éxito

Tu jacuzzi pequeño requiere constancia. Con una rutina sencilla podrás mantener el agua limpia y el sistema en perfectas condiciones:

1. Filtra el agua cada día

El agua debe circular durante varias horas para mantenerse oxigenada y libre de residuos. Para un spa de 2-3 plazas, con 4 horas diarias suele ser suficiente. Si el agua se ve turbia, aumenta el tiempo o revisa el filtro.

2. Controla el pH y el TAC

• El TAC (alcalinidad total) ayuda a estabilizar el pH. Debe mantenerse entre 120 y 140 mg/L.
• El pH debe estar entre 7.2 y 7.4 si usas cloro, o entre 7.6 y 7.8 si usas bromo.

Controlar estos valores es crucial, tanto si tienes un spa clásico como si se trata de un jacuzzi pequeño portátil.

3. Desinfección efectiva

Elige el desinfectante que mejor se adapte a tus preferencias:

• Cloro: potente y económico, pero puede ser más agresivo para la piel.
• Bromo: más suave, ideal para agua caliente.
• Oxígeno activo: perfecto para spas con temperaturas inferiores a 30°C.

Evita mezclar productos y realiza tratamientos de choque si notas pérdida de transparencia.

Lucha contra la cal en jacuzzis exteriores

Los jacuzzis redondos y los jacuzzis cuadrados, especialmente los instalados en exteriores, son sensibles a la acumulación de cal. El agua caliente genera incrustaciones que dañan bombas, tuberías y jets.

Consejo: añade semanalmente un antical específico para spa. Así prolongarás la vida útil de tu spa y evitarás esas molestas marcas blancas en el acrílico.

El filtro: el corazón de tu spa

Limpia el filtro al menos una vez por semana con agua clara o productos especiales. Un filtro sucio reduce el rendimiento del spa y puede dañar componentes clave.

Recuerda: cambia la cartucho del filtro cada 3-4 meses como máximo, especialmente si usas a diario tu jacuzzi pequeño o si tienes varios usuarios frecuentes.

¿Y si no tengo tiempo? Usa kits de mantenimiento completos

En el mercado encontrarás kits de limpieza que simplifican mucho la rutina de mantenimiento. Son ideales si tienes un jacuzzi redondo familiar o un jacuzzi cuadrado para uso intensivo. Incluyen:

• Estabilizadores de pH
• Desinfectantes premedidos
• Antical y test de agua
• Cepillos y limpiadores automáticos

Un spa bien cuidado es garantía de salud, durabilidad y confort. Ya sea un jacuzzi pequeño en un patio urbano, un jacuzzi cuadrado minimalista o un jacuzzi redondo con vistas al jardín, lo más importante es mantener el agua limpia y los equipos protegidos.

En Aquavia Spa, te ayudamos a que el mantenimiento sea sencillo, rápido y eficaz, para que lo único de lo que tengas que preocuparte sea de disfrutar.